El equipo de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) regresó a casa con las manos vacías en cuanto a copas, pero con un tesoro mucho más valioso: una experiencia de crecimiento personal y deportivo que trasciende cualquier resultado. Las delegaciones que participaron en el reciente torneo de categorías formativas demostraron talento y, sobre todo, un espíritu de equipo que fue destacado por el cuerpo técnico.
El viaje no solo fue un evento deportivo, sino una verdadera lección de vida y un punto de inflexión para el proyecto de la universidad. Así lo expresó Danzó Richard, uno de los referentes que acompañó a las jóvenes deportistas. «Tuvimos una experiencia muy rica,» comentó Richard, «tanto para mí y los profesores que hemos viajado, como, sin dudar, para las jugadoras y alguna familia que pudo acompañarnos.» Este tipo de competencias, explicó, nutre la formación integral deportistas
Un Balance Deportivo Positivo
En la cancha, las categorías inferiores dejaron en claro que el trabajo que se realiza en la UNRC va por el buen camino. Si bien el trofeo no llegó, la performance fue destacable en las distintas categorías:
- La categoría Sub 16 alcanzó los octavos de final en la Zona de Plata, enfrentando a equipos de alto nivel.

- La Sub 12 logró llegar a la zona de la cuartos, demostrando un futuro prometedor.

- Las más pequeñas tuvieron una actuación heroica, llegando a la semifinal en la Zona de Plata y perdiendo solo en la definición por penales.

El haber enfrentado a ligas con un nivel inferior y otras superiores fue un factor clave de aprendizaje. «Nos llevamos mucho para seguir trabajando,» afirmó Richard. Medirse con diferentes estilos de juego y estructuras competitivas permitió al cuerpo técnico y a las jugadoras hacer un balance certero: «sabemos que vamos por buen camino.»
El valor de esta participación, más allá de la clasificación final, radica en el roce deportivo, la convivencia, la autogestión y el crecimiento emocional. La Universidad de Río Cuarto no solo formó jugadoras, sino que sumó jóvenes con una maleta cargada de vivencias y aprendizajes, pilares fundamentales para seguir construyendo un proyecto deportivo sólido y humano.