Enrique «Kike» Espinoza, una figura reconocida en el ámbito del fútbol formativo masculino desde 2012, está viviendo una nueva y enriquecedora experiencia al frente del fútbol femenino en el club conocido como el » Sangre roja, Alma naranja». En un diálogo reciente, Espinoza compartió sus impresiones sobre esta transición, el presente de su equipo y el crecimiento general de la disciplina en la región.
«Observe una mejoría en los sistemas de juego de todos los equipos de la zona», destacó Kike, evidenciando un panorama alentador para el fútbol femenino local. En lo que respecta a Renato, su equipo, Espinoza señaló: «Pudimos prolongar nuestra idea de juego en cada partido. Tuvimos 15 minutos de buen fútbol en cada tiempo de cada partido; el resto, fueron partidos muy trabados». El desafío, según el entrenador, es claro: «La idea es aumentar la cantidad de minutos en todos los partidos».
El presente en Renato es motivo de optimismo para Kike. «Es muy prometedor, hay mucho potencial», afirmó. Con una mirada atenta a su plantel de Primera, Espinoza remarcó que «hay muchas cosas valiosas que necesitan ser explotadas al máximo». Pero el futuro no solo se cimenta en la categoría mayor. «Las inferiores cuentan con mucho talento y, sumado al buen trabajo que vienen realizando profes y coordinadores, sin duda que hay buen futuro», agregó, proyectando un crecimiento sostenido para la institución.
El apoyo institucional es un pilar fundamental para el desarrollo del fútbol femenino en el club. «A nivel institución, el utilero, coordinadores, sanidad, profes del masculino, cancheros, hasta llegar al presidente, siempre están aportando un granito de arena para una mejora continua del fútbol femenino», enfatizó Espinoza, destacando la sinergia y el compromiso de todos los estamentos del club.
Para Kike, esta es su primera incursión en el fútbol femenino después de dedicarse por más de una década a las categorías formativas masculinas. «Al principio fue algo incómodo, con cierto grado de incertidumbre», confesó. Sin embargo, gracias a la apertura y colaboración de sus jugadoras, la adaptación fue exitosa: «Con el paso de los entrenamientos y gracias a la predisposición de las referentes del grupo, encontramos un punto en común en el cual todos nos sentimos cómodos y de esta manera representar lo mejor posible a la institución».
En la competencia, la ambición es palpable. «Veo a todos los equipos con ganas de quedar primeros», comentó Espinoza, reflejando el espíritu competitivo que se vive en cada jornada. Aunque el objetivo de coronarse es una constante, Kike es consciente de que el triunfo requiere esfuerzo. «Sin duda que cada vez que arrancas una competencia el objetivo es coronar, pero ese privilegio se lo entrega ‘la caprichosa’ (la pelota) a quien pone su mayor esfuerzo y dedicación», concluyó, reafirmando el compromiso de su equipo. «En esa tarea estamos y nunca abandonaremos esa ilusión».
Redacción :Pablo Andres