«En el corazón del barrio San Francisco, un grupo de héroes anónimos comenzó a trabajar para sembrar sueños y construir un futuro más brillante para los niños y niñas del sector. Este grupo de profes y padres están tejiendo una esperanza, sacando a los pequeños del asfalto y llevándolos a un campo de juego donde la amistad, el respeto y el juego limpio son los verdaderos ganadores.
Agustina Gallo , nos cuenta que cuando comenzaron con el proyecto , pensaron que iban a venir pocos niñas pero fue creciendo mucho y hoy hay casi 70 niñas y niñas practicando fútbol «
Son los arquitectos de un cambio positivo, levantando muros de contención con balones y transformando calles en canchas de sueños.
«Se les ocurrió la idea a un grupo de padres que sus niñas no pueden acceder a un club por distintas razones. La categoría infanto juvenil de fútbol femenino cuenta con aproximadamente 26 jugadores de los cuatro a trece años, también contamos con dos profes fijas ( Vicki y Ludmila ).
Creemos que sería posible lograr establecer a los equipos dentro del círculo deportivo, y dejar asentado que el fútbol no entiende de género y que la pelota es para todos/as.
Con el balón como brújula, estos apasionados profesores y padres navegan por las calles del barrio, rescatando a niños y niñas de la rutina y ofreciéndoles un refugio seguro y una oportunidad.
Coordinan éste proyecto son Matías peña y Sergio Pereyra con el apoyo del equipo organizado de padres junto a los profes de la escuela. Queremos posicionar a la escuela para participar en eventos no federados y encuentros barriales.