Mariela Antoniska, arquera de Las Leonas hizo del hockey y la medicina su forma de vida

Mariela Antoniska, arquera de Las Leonas entre 1994 y 2006, es parte de la historia porque ella misma, junto a sus compañeras, se encargó de escribirla. Los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 catapultaron al hockey sobre césped a un lugar privilegiado y, además, ese equipo dejó un legado que, más de 20 años después, sigue intacto y se traspasa de generación en generación.

Son pocos los atletas preparados para pertenecer al alto rendimiento. Conlleva un esfuerzo y un sacrificio, físico y mental, que se entrena a diario. Para aquellos elegidos también es clave el después. Antoniska supo combinar la vida del deportista de elite con quien es hoy en día, esa profesión que anheló desde chica: ser médica. “Uno cuando está en la Selección lo disfruta y para mí estar ahí fue súper importante, nos iba muy bien, ganábamos torneos y yo estaba estudiando a la par porque quería tener mi título”, le confesó a ESPN en una extensa charla.

Y lo que era impensado entre entrenamientos, giras y torneos, terminó siendo su forma de vida. “Cuando empecé la carrera estaba en el seleccionado junior y al poquito tiempo me sumé al mayor donde se entrenaba de noche después de haber estudiado o trabajado durante el día. Cuando llegó Cacho (Sergio Vigil) cambió la forma de entrenar y tuvimos que adaptarnos”, recordó quien culminó sus estudios en la Fundación Barceló tras su paso por la UBA (Universidad de Buenos Aires) y transitó más de un viaje con libros en su equipaje

El primer podio olímpico, el Trofeo de Campeones de Amstelveen 2001 y la posterior conquista de la Copa del Mundo en Perth 2002 la transformaron y la hicieron vivir momentos únicos. Ese primer logro mundialista la tuvo como protagonista por su actuación en la final ante Países Bajos (ex-Holanda) en la definición por penales: “Somos unas privilegiadas, tal vez me hubiera gustado ganar una medalla dorada en un Juego Olímpico; no se dio, pero tampoco nos fue mal. Soy una agradecida del hockey, incluso con mi club me tocó ganar muchos campeonatos y estar ahí arriba. Llamémosle suerte o ser tocada con la varita mágica, conjugado con el esfuerzo y la dedicación. Uno va persiguiendo lo que quiere, pero también hay que estar en el momento justo”.

Antoniska ostenta un palmarés de dos oros panamericanos (1999 y 2003), un campeonato sudamericano, dos medallas olímpicas (plata en Sydney 2000 y bronce en Atenas 2004), dos medallas mundiales (oro en Perth 2002 y bronce en Madrid 2006) y tres medallas en Champions Trophy.

Después de los primeros años dorados hubo tiempo para más, pero lo cierto es que ella misma decidió dar un paso al costado cuando se le abrieron las puertas para ingresar a la residencia médica en 2007. El Hospital Posadas fue la escuela que la formó como pediatra y hoy trabaja en el Hospital Garrahan, además de especializarse en endoscopía en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. “Estoy plenamente llena por todo lo que logré, tanto en mi carrera de hockey como la de médica, en la que sigo tratando de crecer”, reveló. Para Antoniska, el Mundial de Madrid 2006 fue su último torneo internacional (bronce), sin embargo, siguió unos años más defendiendo los colores de Lomas Athletic, el club que la formó y con el que gritó campeón en nueve oportunidades.

Mariana Noto

ESPA

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