Mariela Antoniska, una leona argentina que le hace frente al coronavirus

La exportera argentina del seleccionado de hockey hierba, Mariela Antoniska se encuentra como pediatra del Hospital Juan P. Garrahan, uno de los principales de Buenos Aires, cuyo principal objetivo es desde hace tres meses la contención de la pandemia mundial del coronavirus.

Si bien la población infantil no es la principal afectada por este virus, la exLeona de 45 años que fue campeona del mundo con la Albiceleste en 2002, relató en una entrevista con Efe el protocolo de cuidados sanitarios, la rutina de trabajo con la incorporación de la tecnología, su pasado como deportista de elite y su visión sobre el futuro olímpico del seleccionado de hockey hierba argentino.

Con 10.636 infectados declaradas en el país por coronavirus y 433 muertes, Argentina atraviesa 64 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio aunque segmentado por ciudad según la circulación del virus. La ciudad de Buenos Aires, donde trabaja Antoniska, es la más afectada y la que registra más casos en todo el país sudamericano.

Pregunta: ¿Cómo estás viviendo esta situación excepcional que genera la pandemia del coronavirus?

Respuesta: Como decimos en el hospital, se sigue trabajando y se sigue atendiendo aún en esta situación excepcional e increíble que vive no sólo Argentina sino todo el mundo. No estamos haciendo las mismas consultas que antes de la pandemia y estamos priorizando a los pacientes que requieren atención inmediata por presentar cuadros complicados o crónicos. Hay que cuidarse, quedarse en casa, mantener la distancia social, usar tapabocas y lavarse continuamente las manos. Por ahora, y hasta que aparezca una vacuna, es la única forma de protegernos contra este virus.

P: ¿Se cumple un protocolo en el hospital? ¿Cuál es tu vivencia particular?

R: Al estar en un departamento como pediatría y gastroenterología infantil, no estamos en el primer frente de batalla contra el virus, pero tenemos un protocolo sanitario claro. En nuestro caso nos turnamos para no saturar de gente el hospital y poder cubrir las necesidades tanto de los pacientes hospitalzados como las guardias y los casos que requieren un seguimiento. En el hospital utilizamos todas las medidas de seguridad que nos proveen y las normas que tenemos para cuidarnos y poder cuidar a los pacientes. Con respecto al protocolo, en la puerta del hospital se identifican aquellos casos con dificultades respiratorias o síntomas compatibles con el coronavirus y se los deriva a un área especial para su análisis y posterior tratamiento, de ser necesario.

P: Teniendo en cuenta que un niño siempre concurre acompañado por un padre, madre o tutor ¿Están privilegiando en los casos no tan necesarios el uso de la telemedicina?

R: Se cumplen todos los protocolos tanto con los niños como con su acompañante, que casi siempre es un padre o un tutor, es decir el uso del tapabocas o barbijo y el distanciamiento social en todo momento hasta ser atendido. No podemos, en el caso nuestro que es un hospital infantil, pedir que el paciente, en este caso un niño, ingrese solo al hospital. Pero lo que podemos hacer es determinar la necesidad de una atención inmediata en una guardia o determinar los casos que pueden ser derivados a un seguimiento en consulta médica o bien a través de la telemedicina. En lo personal me parece que se pierden mucha capacidad de diagnóstico a través de las consultas virtuales pero en este contexto es una alternativa más.

P: ¿Pudiste imaginarte alguna vez atravesar una situación como la que está pasando con el coronavirus?

R: Me parece que es como si estuviéramos en una película y todos nosotros somos los protagonistas. Así como nunca imaginé ser campeona del mundo tampoco pensé que, a nivel mundial, pudiéramos vivir una situación así. En mucho menor medida con respecto a aquel momento, me hace recordar cuando estuve como médica residente en el 2009 en el tiempo de la Gripe A. En aquel momento los pacientes pediátricos estaban más alcanzados por aquel virus pero el estado de alerta es similar. Esta situación del coronavirus es como una pausa en la vida para todos.

P ¿Qué elementos de tu pasado como deportista de elite pudiste utilizar en tu trabajo médico?

R: El deporte me dejó muchas enseñanzas. En mi caso estudié toda la carrera mientras jugaba tanto en el club como en el seleccionado argentino y pude reunir dos de mis grandes pasiones. Se trata de dos desafíos: uno pasado en una cancha de hockey y otro en la clínica con los chicos para poder hacer un diagnóstico certero para que logren un tratamiento para llegar a un bienestar. Una de las cosas que tomé de mi paso por el hockey es aprender a trabajar en equipo, que en el hospital se aplica tanto como lo hacía en un campo en el pasado.

P: ¿Extrañás tu época de jugadora de selección o la alta competencia?

R: La verdad que desde que dejé la selección (en 2006 disputó su último torneo con la casaca celeste y blanca pero hasta 2011 jugó su club: Lomas Athletic) justo me recibí de médica y tuve mi tiempo muy ocupado con la residencia en el hospital Posadas con hasta once guardias por mes. El único momento que me generaba extrañar era cuando veía la televisión o cuando fueron los Juegos de Beijing que me dieron algo de nostalgia. Creo que una de las claves para no sentir añoranza es que mi época de deportista fue hermosa y la disfruté mucho (fue dos veces medallista olímpica en 2000 y 2004, campeona del mundo en 2002, ganadora del Champions Trophy en 2001.

P: ¿Qué enseñanza deja este tiempo de confinamiento y alerta por el coronavirus a nivel global?

R: Son tiempos de reflexiones y de valorar cada cosa en su real dimensión. Me acuerdo que en mi época de jugadora me ponía triste por perder un partido o no llegué a valorar la medalla de plata en Sydney 2000 porque perdimos la final. Luego, como médica entendí que hay situaciones peores que hay que valorar las cosas que uno tiene y logra: no cualquiera logra un podio olímpico. Me parece que lo que sucede ahora en este tiempo es similar porque nos hace ver las cosas de otra manera y valorar lo que somos o conseguimos.

P: ¿Cómo evaluás el presente del hockey hierba argentino y el de Las Leonas de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio?

R: Desde que me retiré siempre seguí mirando tanto a mi club como a Las Leonas. Con respecto a la selección, creo que las chicas irán por una especie de revancha en Tokio de lo que sucedió en Río de Janeiro. A los últimos juegos se llegó con muchos cambios de técnicos y sin poder ratificar una línea de trabajo. Ahora estamos con un trabajo de tres años bajo la conducción de (Carlos) Retegui y teníamos mucha expectativa en los Juegos para volver a lograr un podio.

(c) Agencia EFE

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