Cada vez más, las mujeres se abren camino en roles tradicionalmente masculinos, demostrando que el amor por este deporte no tiene género. Una de esas voces es la de Selene Montenegro, árbitra de nuestro fútbol regional, quien nos comparte su inspiradora travesía
Para Selene, la conexión con el fútbol comenzó en la infancia. «Si bien siempre me gustó el fútbol, de chica iba siempre a la cancha con mi papá y nos preparábamos las camisetas de cábala cada vez que jugaba Boca, era algo que compartíamos mucho», recuerda con una sonrisa.
Una publicidad capturó su atención: un curso de arbitraje. «No lo estaba buscando, pero algo me hizo frenar y pensar: ¿por qué no?», comenta. Esa chispa de curiosidad la llevó a inscribirse, y lo que encontró superó todas sus expectativas. «Fue una de las mejores decisiones que tomé, porque en ese momento estaba atravesando una situación personal difícil y esto fue como un cable a tierra», confiesa Selene. También la conectó con «personas extraordinarias que hoy en día son amigos de verdad», un grupo humano que la acompañó desde el primer momento.
El camino de Selene no ha estado exento de desafíos, siendo el género uno de los más notorios. «El arbitraje, como gran parte del fútbol, sigue siendo un ambiente bastante machista, y ser mujer en ese contexto a veces significa tener que demostrar el doble para que te respeten o te tomen en serio», explica. Miradas, comentarios y actitudes han sido parte de su experiencia, reflejando una realidad que persiste en el deporte
Selene forma parte de la Asociación Riocuartense de Árbitros de Fútbol (A.R.A.F.), , según sus palabras, «siempre trabaja en pos de mejorar y enriquecer nuestro aprendizaje, así como también en hacer más llevaderos estos momentos difíciles». contar con un coach emocional para ayudar a los árbitros a manejar la presión y reforzar la confianza. «Ese acompañamiento marca una gran diferencia y te hace sentir realmente contenida y valorada dentro del grupo», «También una va ganando experiencia, aprendiendo a plantarse, a hacerse respetar con carácter y profesionalismo» destaca Selene.
El principal objetivo de Selene es seguir disfrutando de cada partido. «Seguir creciendo, seguir aprendiendo, tanto de mis colegas como del aprendizaje que te da estar en la cancha partido tras partido». La calidad del arbitraje en el campeonato, Selene considera que está a la altura. Reconoce que los errores son parte de la condición humana, «Si bien uno está continuamente activo en ese sentido, siempre es bueno reforzar, en cuanto a lo teórico y trabajo de campo».
Selene Montenegro es un testimonio de perseverancia, pasión y la creciente presencia femenina en un ámbito que, poco a poco, va derribando barreras. Su voz, y la de muchas otras, resuena en cada pitido, demostrando que ellas también son una parte fundamental y valiosa de nuestro fútbol Regional.
Redacción: Pablo Andres